Posted On noviembre 7, 2025

Probamos Samsung Galaxy Z Fold 7 y Honor V5: ¿cuál conviene de verdad?

En los últimos meses usamos a fondo tanto el Samsung Galaxy Z Fold 7 como el Honor Magic V5. Aun así, tanto David como yo cada uno con su plegable de cabecera terminamos aceptando que estábamos demasiado “casados” con nuestras preferencias como para dictar un veredicto objetivo.

Así que le preguntamos a quien más ha vivido con plegables: Jaime. La elección tiene su ironía: este año, él dejó a un lado los foldables de Samsung y Honor para volver a un Galaxy S25 Ultra, más pragmático para su día a día.
Adoptar un plegable implica, antes que nada, pagar casi el doble que por un smartphone “clásico”. Esa inversión te da una pantalla interna enorme, ideal para poner dos apps lado a lado, trabajar con documentos o, simplemente, descansar la vista si ya te pesa leer en pantallas chicas.
Si aceptas el formato y el presupuesto no es un problema, la pregunta es clara: ¿Samsung o Honor? Le pedimos el punto de vista externo a Niccolò, que conoce bien ambos ecosistemas y no participó en nuestras pruebas.

Diseño y ergonomía

Primera confirmación de Jaime: en peso y tamaño están casi calcados (215 g el Samsung, 217 g el Honor). Cerrados o abiertos, las medidas son muy similares. El Samsung es un poco más alto y menos ancho; el grosor, a simple vista, prácticamente igual.

La diferencia real está en el “touch & feel”. Aquí el veredicto fue unánime: el Samsung, en azul, transmite una sensación elitista y refinada, con un tono azul “noble” nada chillón. Da gusto verlo y tenerlo en la mano.
El Honor V5, por su parte, apuesta por colores más llamativos (como el dorado con trasera en degradado). Su borde lateral redondeado y brillante gustos aparte facilita la apertura. El Samsung, con cantos planos, a veces cuesta abrir y puede resbalar.

En resumen: Samsung es más elegante, pero menos práctico. Honor es más ecléctico y cómodo de manipular. Corazón vota Samsung; cabeza vota Honor.
Sobre certificaciones: ambos tienen IPX8 (agua). En polvo, Samsung se queda en IP4X y Honor sube a IP5X. Ojo: como vimos con Pixel 10 Pro Fold (IP68), ni las certificaciones más altas frenan siempre el polvo fino.

¿Módulo de cámaras: pro o contra?

El fiel de la balanza podría ser el módulo fotográfico. El Honor luce un gran “obló” que casi duplica el grosor y donde los dedos terminan tocando el cristal con frecuencia.

El Samsung va por el minimalismo tipo “semáforo” de la línea Galaxy: tres cámaras discretas. ¿Por qué tanta diferencia si ambos llevan triple cámara? Porque Honor integra un tele periscópico, más voluminoso y con un sensor mucho mayor que el (estándar) del Samsung.
La paradoja: aunque ese “obló” presume “cero renuncias”, el sensor principal del Samsung es más grande que el del Honor… y lo esconde en aros pequeños. Es prueba de que no necesitas un módulo aparatoso para hardware de alto nivel.

Calidad de foto

Sobre el papel: Samsung debía dominar en cámara principal (1x), Honor en zoom (3x y más) y tener una leve ventaja en ultra gran angular.

En la práctica, confirma y desmiente a la vez, según el gusto. La conclusión real: ninguno es un “cameraphone” puro. Cuando baja la luz, ambos quedan por debajo de los mejores “barra” del mercado.
El tele 3x sí marca diferencias. El Honor, con sensor mucho mayor (1/2″ vs 1/3.91″ del Samsung), separa mejor al sujeto y entrega fotos menos “digitales”, con más sensación 3D.

En color, el Honor es más vibrante (a veces demasiado). El Samsung tiende a lo plano: incluso cuando satura azules o verdes, la imagen queda “apagadita”.
¿Solución en Samsung? Expert RAW. Dispara un JPG procesado desde el dato crudo, con menos “empaste” y más detalle. A cambio, interfaz más compleja, disparo más lento y más consumo.
El Honor saca buenas fotos de serie, sin trucos, pero sufre en algunas escenas (dominantes raras, tonos ladrillo que viran a rosados). En ultra gran angular también hay una ligera dominante; en tele es donde más se nota. El Samsung es más coherente entre sus tres focales.

De noche, Samsung mete menos ruido gracias a un sensor principal más grande y sin recurrir a aperturas extremas. Honor compensa con reducción de ruido agresiva, que a veces ensucia el detalle.
Para video y uso Pro, preferimos Samsung: RAW en todas las focales, sin desincronizaciones de audio, micrófonos mejor integrados, estabilización más sólida y modo PRO con monitoreo de audio y controles que faltan en Honor.
En selfies, gana Honor: más realismo, mejor efecto 3D y buen detalle sin “plastificar”. En apps de terceros (Meet/Zoom/Instagram), Samsung está mejor optimizado y ofrece mejor calidad.

Las pantallas, el plato fuerte

Quien compra un plegable suele decidir por autonomía, software… o pantallas.
Ambos montan panel interno de ~8″ (7.95″ en Honor). Samsung tiene marcos un pelín más finos; Honor presume más resolución. Son AMOLED LTPO 1–120 Hz, pero Samsung logra más brillo sostenido en uso diario (~1400 nits vs ~1200 nits de Honor).

Diferencia de filosofía: Samsung añade placa de titanio bajo el panel interno para más resistencia; Honor mantiene soporte de stylus externa (Samsung la quitó del panel interno).
La “marca” de la bisagra se ve de lado en ambos; al tacto, en Samsung es poco perceptible.

Fuera, 6.5″ en Samsung vs 6.43″ en Honor. También LTPO 1–120 Hz y muy buenos. Otra vez Samsung es más luminoso. En protección, Honor usa vidrio propio; Samsung, Gorilla Glass Ceramic 2. Por diseño, el panel externo de Samsung queda más protegido. Lo hemos visto resistir varias caídas (sin funda) con el display externo intacto.

Cerrado, el Fold 7 parece un smartphone clásico con la bisagra oculta. Honor deja ver más su “doble cuerpo”.
El lector de huellas va en el lateral en ambos; en Samsung es un poco menos accesible por el borde más delgado. Los botones tampoco son perfectos en comodidad.

La bisagra es más rígida en Samsung y más suave en Honor. Ventaja Samsung para Flex Mode a distintos ángulos; ventaja Honor para abrir/cerrar con facilidad.

Audio y micrófonos

En altavoces, Samsung convence más: agudos más limpios, graves con cuerpo y Dolby Atmos con ecualizador útil. Honor ofrece ajustes, pero tras calibrar, el Samsung sigue arriba.
En micrófonos, empatan. Para video, preferimos Samsung. En llamadas, ambos bien: Honor es más agresivo con el ruido ambiente; Samsung distorsiona menos en situaciones extremas (conciertos).

Software y multitarea

La clave de estos equipos es lo “smart”: usar varias apps a la vez.
Samsung permite llegar hasta seis apps combinando split y ventanas flotantes.
Honor ha mejorado y, al estilo OnePlus, permite tres apps a la vez, con una que se minimiza y vuelve en un toque. Para nosotros es más usable: tres apps a tamaño útil, sin mareos de flotantes.

Punto fuerte de Samsung: DeX. Conectar el Fold 7 a un monitor lo convierte en mini-PC Android. Honor arrancó con Magic Desktop, pero hoy arrastra fallos (hasta con Picture-in-Picture) y no se ven avances.

Ambos prometen 7 años de actualizaciones. Samsung sigue siendo rápido (con tropiezos como One UI 7), y Honor mejoró mucho: updates frecuentes y grandes.
Aun así, damos medio punto extra a Samsung por Knox (seguridad) y altísimo nivel de personalización. Hay bloatware, sí, pero casi todo se desinstala.

Rendimiento, batería y carga

Los dos montan Snapdragon 8 Elite; solo el Fold 7 lleva el “For Galaxy” con overclock leve. En la vida real, no cambia nada: por su delgadez, ambos limitan potencia para evitar calor.

En benchmarks, Samsung está más capado sostenidamente; Honor mantiene picos más altos, a costa de temperaturas.
En el día a día: empate. El Samsung solo se limita en tareas larguísimas (exportar un 4K de 20+ min o horas de gaming). A su favor, nunca calienta la batería en exceso: más longevidad a futuro.

Capacidades: 4400 mAh en Samsung vs 5820 mAh en Honor. Con Honor puedes rozar dos días con uso ligero; con Samsung es impensable. One UI también consume más, aunque permite más libertad en segundo plano.
En carga, Honor arrasa: 66W cable y 50W inalámbrica. Samsung se queda en 25W cable y 15W inalámbrica. La sensación con el Fold 7 es que la “carga de emergencia” no alcanza; en 2025, suena a 2020.

Conclusiones

No hablamos mucho de IA porque en Europa ambos tiran de Google y, en esencia, las features se parecen. Samsung pulió muy bien la Goma Mágica; Honor va fuerte en Deepfake y seguridad. Preferimos ligeramente a Samsung por integración de IA en más rincones del sistema (aunque su autocorrector sigue debiendo). Además, por la alianza con Google, muchas novedades llegan antes a Galaxy.

¿Cuál elegir?

  • Si priorizas diseño premium, software maduro, ecosistema y optimización en apps de terceros (video, redes, videollamadas) → Galaxy Z Fold 7.

  • Si valoras batería grande, cargas muy rápidas, tele periscópico superior y stylus en pantalla interna → Honor V5.

La decisión final sigue siendo corazón vs cabeza. Y ahora sí, con argumentos claros para elegir.

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