Google ha cambiado de rumbo. Pixel 9 Pro XL no era un smartphone que se pudiera reparar fácilmente, pero su sucesor sí que ha tomado un camino diferente. Entre los dos no hay muchas diferencias en términos de diseño: un Pixel 10 Pro XL puede confundirse fácilmente con un 9 Pro XL y viceversa. Y sin embargo, al “desvestir” el nuevo, uno se da cuenta bastante rápido de que bajo la carcasa hubo un cambio importante, al menos en cuanto al enfoque.
Es evidente la atención de los ingenieros en la reparabilidad: en el teardown de JerryRigEverything, que hace apenas unos días había probado su resistencia (y salió muy bien parado), quedó claro que sustituir la pantalla o la batería de Pixel 10 Pro XL —los componentes más propensos a romperse o desgastarse— es mucho más sencillo que en el pasado. Ninguna novedad en la sustitución de la pantalla, una operación que ya el año pasado era sencilla gracias a las dos vías de acceso al smartphone: para reemplazar el display basta con desmontar… el display, en lugar de todos los componentes como ocurre en muchos dispositivos de la competencia. Una operación de pocos minutos, para quien tenga un mínimo de maña.
Los verdaderos avances, hace notar JerryRigEverything, se ven en la sustitución de la batería, una operación que hace un año había sido criticada por prácticamente todos los que analizaron la reparabilidad. En el Pixel 9 Pro XL la batería estaba pegada al chasis con un adhesivo demasiado fuerte, y las lengüetas para facilitar su extracción —que de hecho existían— eran simplemente inadecuadas. Un enfoque confuso, como si las hubieran puesto ahí solo porque alguien decidió que tenían que estar.
Otra historia en el nuevo modelo. Reemplazar la batería del Pixel 10 Pro XL cuando se desgaste es casi un juego de niños: basta con quitar la tapa trasera de la forma clásica, retirar algunos tornillos y conectores, y después tirar de las dos lengüetas a los lados del componente. Además de ser más grandes, esta vez cumplen exactamente con su función, ofreciendo la resistencia justa. Así, en el test de JerryRigEverything, el Pixel 10 Pro XL resulta ser un smartphone relativamente sencillo de reparar, al menos en lo que respecta a los componentes más propensos a ser reemplazados.
¿Banale? En teoría sí, pero los teardowns de los que hablamos con frecuencia demuestran que no es algo tan obvio. Para JerryRigEverything, el Pixel 10 Pro XL (y evidentemente también el Pixel 10 Pro, aunque no tenemos la prueba directa) es probablemente el smartphone más fácilmente reparable de 2025.
